¿CÓMO JUGAR BACCARAT?
Aquellos que busquen un juego con mucha acción y poca ventaja para la casa, pero que no requiera el aprendizaje de complejas estrategias, podrían intentar jugar al baccarat.
El objetivo en el baccarat es acercarse lo más posible a nueve.
El jugador recibe dos cartas.
Las cartas valen lo equivalente a su valor numérico, exceptuando a los ases, que valen uno, y a las figuras, que valen cero.
Solo son posibles valores de un único dígito, después del nueve viene el cero, uno, dos, etc.
En otras palabras, si un jugador posee un 2 y se le reparte un 9, su nuevo total sería 1.
Si tiene 6 y se le reparte un 8, el total sería 4.
La manera más sencilla de abordar esta clase de razonamiento consiste en eliminar las decenas de cualquier número de dos dígitos, o sea que 18=8, 17=7, etc.
Si al jugador se le reparte 8 ó 9, se dice que posee una «natural», y gana automáticamente a menos que el crupier también tenga 8 ó 9.
Si se le reparte cualquier otro total de puntos, el crupier podrá o no darle otra carta dependiendo del total.
Esto no es decisión del jugador, sino que se determina automáticamente de acuerdo con las reglas del juego.
De manera análoga, la decisión de la banca está predeterminada de acuerdo con el total del jugador.
El que posea el total de puntos más alto gana la mano.
Los que apuestan al baccarat de los casinos tienen la opción de apostar al jugador o la banca para ganar.
Un apostador que gana mediante una apuesta hecha a la banca tiene que pagar un cinco por ciento de comisión.
Los apostadores también pueden apostar que el jugador y la banca habrán de empatar, pero esta clase de apuestas tiene muy pocas probabilidades de concretarse y debería evitarse.
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